Un hotel bien cuidado y estupendo, un personal amable. Una habitación bonita, ordenada, con una cama y unas almohadas suaves. Ubicación estupenda y buena, en el valle. Está a 4 km de los Charles Kuonen Hangebrucke.

el acceso magnífico y sencillo, amabilidad del personal, entorno natural, admiten mascotas.

Nada negativo.

La estancia fue solo de una noche, pero la habitación estaba muy bien, espaciosa, limpia con detalle de cafetera y cafe, con un balcon. El desayuno estaba muy biena y todo el hotel es muy acogedor, llegamos a las 12 de la noche y nos dejaron la puerta para poder entrar. Maritzio es una persona encantadora y te ayuda y te aconseja en todo.

El personal amable y atento, nos ofrecieron servicio a Tasch gratuito, con lo que te ahorras de ir al párking general. Detalle en habitación de chocolatinas y fruta. Las vistas de la habitación, maravillosa! El desayuno buffet completo.

La comida estaba buena, el personal era trabajador y muy servicial. Habitaciones muy bien amuebladas y de buen tamaño con balcón y una cama individual y una bañera, un parking privado. Ubicación: el hotel estaba lo suficientemente cerca de un restaurante, de una hermosa zona.

Un personal entusiasta y muy bueno que se ocupaba de mí. Todo estaba muy limpio, la habitación con una nevera, una mesa de trabajo y un reproductor de DVD era realmente muy ordenada. La cama y las almohadas eran super cómodas y el baño era limpio.

Algunos de los empleados han sido extremadamente malos.

El acceso magnífico y sencillo. Parking en la puerta. Amabilidad del staff. Entorno natural hermoso. Admiten mascotas.

No puedo encontrar nada malo.

las habitaciones tienen terraza, buen precio.

al llegar no habia nadie en recepcion, las llaves estaban encima del mostrador cada una con su nombre, Y te atiendes tu mismo. el desayuno un poco justo.

El personal del hotel ha estado en todo momento pendiente de nosotros, y nos ha tratado muy bien; al ser italianos uno se podía comunicar muy bien con ellos. El desayuno variado y con un café excelente (al estilo Italiano). No cenamos en el hotel pero la comida era abundante y tenía muy buen aspecto. La ubicación es perfecta para todo el que quiera ir a Zermatt. A 5 minutos en coche de la estación de Täsch donde se puede coger el tren que sube a Zermatt. El pueblo es muy tranquilo y desde la habitación hay unas estupendas vistas a un glaciar ("Bisgletscher")

Todo nos ha gustado

El personal era muy bueno, las instalaciones estaban muy limpias. Teníamos una habitación absolutamente brillante y muy limpia con vista a las montañas. La ubicación era impresionante: hay un supermercado y una tienda a poca distancia. Además, estábamos a unos metros del centro de Randa. Se abrió un maravilloso restaurante del hotel en el lugar.

Me dieron una habitación individual que era lo suficientemente espaciosa. La cama era cómoda y fue estupendo tener una mesa de trabajo, un reproductor de DVD y un hervidor eléctrico. Ubicación: el hotel estaba en las inmediaciones de esquí y de la montaña🙂

El hotel está ubicado en un entorno hermoso y tranquilo, ideal para las familias con niños. Las habitaciones son espaciosas y limpias, lo que proporciona comodidad a los huéspedes. Además, el acceso al hotel es fácil y conveniente, con estacionamiento disponible justo en frente.

El trato del dueño del hotel deja mucho que desear, mostrando poco interés en los huéspedes y priorizando su restaurante en lugar del hotel.

Me ha gustado el trato del personal, sobre todo de la dueña. La habitación que nos tocó tenía unas vistas excepcionales y una terraza muy apetecible, aunque el mal tiempo nos impidieron de su disfrute.

En un primer momento nos informaron en el hotel de que no había ni otros hoteles ni otros restaurantes en Randa, lo que no es cierto. Aunque posiblemente el Matterhorn Golf Hotel sea el mejor...

La buena oferta con la que pudimos reservar la habitación a última hora. Cama confortable. Buena terraza con vistas a las montañas.

Cuarto de baño pequeño, con ducha sin separación.

Pues la habitación era muy amplia, con vistas a la naturaleza, la ubicación inmejorable, en un entorno ideal para disfrutar del campo, todo muy como de Heidi, además el desayuno estaba bastante bien, con un kit de bienvenida en la habitación, su terracita, volvería sin dudarlo.

La única pega que puedo tener, a parte de que la bañera era altísima, y tenías que tener cuidado al salir porque podías resbalar fácilmente, es que los enchufes en Suiza son más estrechos, y los nuestros no cogían, pero el recepcionista nos dejó muy amablemente un adaptador y sin problemas.